martes, 12 de abril de 2011

Leyenda de como vencí los días tristes.

Las aves saben volar porque es la solución para escapar de los problemas.

Ojalá pudiera volar, salir de este lugar, un lugar que se convirtió en una pesadilla, un sueño el cual no logró realizar, el cielo es mi único consuelo, y lo único que tu y yo estamos compartiendo, se que cuando yo miro el cielo, tu también lo estás haciendo, es ahí cuando siento que tengo tu cuerpo conectado al mío, es ahí cuando mis lagrimas dejan de brotar, ya que tu espíritu me las seca, tu buena energía me reconforta y siento que eres una buena guía, solo quiero escapar, un segundo, un minuto, una hora, un día, una semana, un mes, un año... Escapar de esta cárcel que yo mismo construí, que barrote a barrote yo forjé y de la cual no podré salir, no mientras me engañe, así jamás sabré la combinación, aquella que solo yo conozco pero al igual que tus ojos olvide.

Las malas decisiones son un diario vivir, que se ahorque aquel que jamás allá tomado una, y puede que su fin sea la mejor decisión de su vida, yo soy un vendedor de malas decisiones por eso estoy acá encerrado, en la peor de mis decisiones, envuelto en llamas, envuelto en las torturas más horrorosas que yo mismo construí, pero una ardilla me dijo que las cosas pasan por algo, y el algo de mi cárcel es la fortaleza y sabiduría que me da, por ello soy adicto a ella, es la razón por la que olvide la combinación, la recordaré el día que cumpla mi condena, mientras tanto tu eres bienvenida a compartir conmigo en ella, sin cargar mis penas, solo verme a través de los barrotes, y secar mis lagrimas, abrazar mis abrazos y decirme; tranquilo hijo las cosas pasan por algo.

Tus besos son calor en invierno y tus caricias brisas en verano, pero debo comprender que ya no son mías, debo acostumbrarme a no tenerlas, aprender a caminar y olvidar que algún día podré volar, ya que el vuelo es escapar de los problemas, yo debo aprender a enfrentarlos, a vencerlos, a burlarme de ellos mientras los pateo en el suelo sin piedad, mi motivación más grande es que tu estás de el otro lado de los barrotes, allá te podré encontrar tomar tu mano y enseñarte a olvidar, a olvidar las huellas que algún día dejamos, las plantas que algún día sembramos, y cuando todo esto se halla logrado, podré besar nuevamente tus labios, y jactarme de ellos que son la victoria hecha carne, el premio que más deseo.

Cuando porfin tenga tu ser, ese día aprenderé a volar, no para escapar, porque nada me atormentara, aprenderé a volar para soñar, para disfrutar, para mostrarte el mundo que vencimos desde la parte más alta, mostrarte todo, y llevarte a los lugares que más te gusta, y cuando te diga "mira, esto es nuestro tu y yo vencimos mis problemas" tu me contestaras que no moviste un dedo, de esa manera yo te contestaré "Tu fuiste mi inspiración, los vencí por ti y tu y yo somos uno, y como uno viviremos..."
Los días tristes regresaran... Pero los días bellos siempre los opacaran.

No hay comentarios:

Publicar un comentario